Cada mañana, el samurái de antaño solía bañarse, afeitarse la frente, untarse el pelo con loción, cortarse las uñas de las manos y los pies y frotarlas con una piedra pómez y una acedera de madera. Cuidar, sin falta, su aspecto personal. Huelga decir que su armadura en general, estaba libre de toda corrosión, limpia, pulida y dispuesta.
Si bien puede ser tentador pensar que el cuidado del aspecto personal puede llevar algo de ostentación, nada tiene que ver con la elegancia. […]
Por mucho que se diga que esto es tedioso y es una pérdida de tiempo, ahí radica precisamente la labor del samurái. No es tedioso ni supone una pérdida de tiempo alguna. Se trata de endurecerse con la constancia y la propia determinación para el campo de batalla.[…]
Y si uno no es consciente de esto, en la consideración de que nada importa mas que la propia comodidad, entonces sus actos disipados y descorteses serán repetidamente lamentables.
El mantenimiento del equipo de entrenamiento y de las condiciones físicas del deportista es vital para una buena práctica de Kendo, minimizando el riesgo de lesiones y practicando el deporte de una forma sana.
Durante todo el año, el material de entrenamiento sufre un estrés constante. Lo que le provoca un desgaste que puede hacer que este quede inservible si no se practican unos cuidados mínimos a lo largo de su vida útil.
El organismo del deportista también sufre este estrés, que puede acabar en producir lesiones crónicas si no se realiza el deporte correctamente. Además, durante largos periodos de inactividad, el deportista corre el riesgo de perder forma física, disminuyendo su rendimiento a lo largo de los años.
En esta sección se presenta pequeños trucos y consejos para mantener tanto al equipo como al deportista de una forma óptima y adecuada.