Después de lavar el men, el siguiente paso es lavar los kotes. El lavado de los kotes es más sencillo que el lavado del men. Únicamente necesitaremos agua fría o templada sin jabón. Se le pueden añadir unas gotas de vinagre pero evitad exagerar en este caso.
Sumergid el kote en agua y estrujadlo varias veces para que aclararlos y así elimine la suciedad que ha absorbido durante las prácticas. Repetid el proceso varias veces asegurándote que limpias toda la superficie del mismo.
El agua acabará probablemente negra. No os preocupéis que el color del kote no cambiará. Al menos en mi caso que solo realizo esta limpieza como máximo cada seis meses.
Para el secado, al igual que el caso del men, buscad un lugar en el que corra el aire y que esté alejado del sol.
Una vez seco, aplicad crema hidratante Nivea en la parte de cuero (kote no uchi) tal como describí en su momento aquí. Así el cuero no se cuarteará y os evitaréis tener que reemplazarlo.
Nota: he notado como el color del kote se ha aclarado un poco. Por lo que no recomiendo abusar mucho del lavado con agua. En caso de duda, utiliza otras técnicas descritas en esta página.